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Chalupas: el corazón crujiente de la cocina mexicana

Su sencillez es engañosa: cada bocado es una explosión de sabor y tradición.

Breve historia

El nombre “chalupa” proviene del vasco txalupa, que significa canoa pequeña, haciendo referencia a la forma ovalada de la tortilla.

Aunque su origen exacto es debatido, se popularizaron en Puebla durante el siglo XIX como comida callejera, especialmente en celebraciones patrias como el 15 y 16 de septiembre.

Receta tradicional poblana (para 12 chalupas)

Ingredientes

Base:

  • 12 tortillas de maíz pequeñas (tipo chaluperas)
  • 200 g de carne de cerdo o pollo cocida y deshebrada
  • ½ cebolla blanca picada finamente
  • Manteca de cerdo o aceite vegetal para freír

Salsa verde:

  • 500 g de tomatillo
  • 4 chiles serranos
  • 1 diente de ajo
  • ½ cebolla
  • Sal al gusto

Salsa roja:

  • 500 g de jitomate
  • 3 chiles chipotle secos
  • 1 diente de ajo
  • Sal al gusto

Preparación

  1. Salsas:
    • Hierve los ingredientes de cada salsa por separado (verde y roja) durante 10–15 minutos.
    • Licúa cada mezcla hasta obtener una salsa suave. Ajusta sal al gusto.
    • Opcional: sofríe cada salsa en un poco de manteca para intensificar el sabor.
  2. Tortillas:
    • Calienta manteca en un comal o sartén.
    • Sumerge cada tortilla en la salsa (verde o roja) y fríe por un lado hasta que esté ligeramente dorada pero aún suave.
  3. Montaje:
    • Coloca las tortillas en un plato.
    • Añade carne deshebrada y cebolla picada encima.
    • Opcional: agrega queso fresco desmoronado y crema.

Consejos y acompañamientos

  • Sirve caliente, recién hechas.
  • Acompaña con aguacate, rábanos o una cerveza artesanal mexicana.
  • Puedes hacer mitad verdes y mitad rojas para un contraste visual delicioso.

Las chalupas poblanas son uno de los antojitos más queridos de la gastronomía mexicana.

Originarias del estado de Puebla, estas pequeñas tortillas fritas se bañan en salsa verde o roja y se coronan con carne deshebrada, cebolla y, a veces, queso fresco. Su sencillez es engañosa: cada bocado es una explosión de sabor y tradición.